Ingredientes para hacer empanada gallega de sardinillas en conserva
Para la masa:
- 350 g de harina panadera (el molino del abuelo)
- 50 g de harina de centeno
- 50 g de harina de maíz
- 250 ml de cerveza negra sin alcohol
- 35 g de aceite de oliva suave
- 100 g de masa madre
- sal
Para el relleno
- 300 g de cebollas
- 1 tomate natural
- 125 ml de aceite de oliva suave
- 80 ml de vino blanco
- sal
- una hoja de laurel
- 3 latas de sardinillas
Como elaborar empanada gallega de sardinillas en conserva
Comenzamos preparando la masa para lo que hemos de tener la masa madre muy activa. Ponemos las harinas en un bol y añadimos la masa madre, la cerveza y el aceite. Mezclamos todo y la dejamos reposar 10 minutos. Añadimos la sal y amasamos hasta que la masa esté lista y elástica. La tapamos y la dejamos levar. Al cabo de una hora la guardamos en la nevera hasta el día siguiente.
A continuación preparamos la zarangallada o relleno. Cortamos la cebolla y el tomate y la ponemos una olla con el aceite al fuego. Añadimos la cebolla y el tomate cuando comience a hervir echamos el vino. La salamos y añadimos la hoja de laurel. La tapamos y dejamos que se vaya pochando lentamente.
Cuando la cebolla está cocinada la apagamos y la dejamos enfriar hasta que hagamos la empanada.
Formado de la empanada
Comenzamos encendiendo el horno a 200º C y estirando la masa. La volcamos en la mesa de trabajo previamente enharinada y la dividimos en dos partes. La de abajo la dejaremos siempre un poco más gruesa que la de arriba. Espolvoreamos la mesa de trabajo con un poco de harina y estiramos la masa con un rodillo. Cubrimos un molde previamente forrado con papel de horno y pincelado con un poco de aceite del relleno o zarangallada. Esto ayudará a que la base se tueste. Ponemos la zarangallada de cebolla y la cubrimos con las sardinillas de lata bien escurridas.
A continuación estiramos la otra porción de masa y la colocamos encima de las sardinillas, tapando la empanada. Hacemos los bordes para sellarla y le hacemos un agujero en medio para que respire.
Si nos sobra masa, decoramos la superficie de la empanada con ella y finalmente la pincelamos con el aceite que nos quedó de la zarangallada.
La metemos en el horno y la dejamos cocer durante una media hora, aunque el tiempo va a depender un poco de cada horno.
Cuando vemos que está dorada y crujiente la retiramos y la dejamos enfriar. Y la degustamos siempre mejor templadita.