Los panecillos Bao, un pan chino hecho al vapor son una opción maravillosa para tener pan sin encender el horno. Ahora en verano esto es muy de agradecer y encima nos quita de un montón de apuros para meriendas.

Yo los hago con la Cook Expert, tanto el amasado cómo la cocción y no puedo estar más contenta, pues me facilita un montón el proceso. Pero si os vais de vacaciones y no tenéis horno, llevaros la vaporera y podréis hacer pan. Son ideales para hacer en auto-caravana.

A continuación os explico como lo hago con unos trucos para que estén perfectos tanto de sabor como de textura.

Ingredientes.

  • 250 g de harina panadera
  • 1,5 g de levadura seca
  • 6 g de azúcar invertido
  • 120 ml de agua templada
  • 15 ml de aove
  • 5 g de sal

Como hacer pan bao paso a paso

Ponemos todos los ingredientes en la cubeta de la amasadora y amasamos hasta tener una masa elástica y suave. Aproximadamente unos cinco minutos. Sacamos la masa para un bol aceitado, tapamos y dejamos levar unas dos o tres horas, dependiendo del calor de vuestra cocina.

Cuando la masa ha doblado el volumen, formamos los panecillos. Primero dividimos la masa en porciones de unos 60 g y boleamos. La dejamos reposar unos 15 minutos tapados con un trapo húmedo.

Mientras vamos cortando papel de horno en cuadrados de 8×6 cm aproximadamente, para dejar dentro de los panecillos y que se sellen al cocer.

Estiramos cada una de las bolas de forma ovalada ayudándonos de un rodillo, colocamos un trozo de papel en el medio y doblamos. Los colocamos en el cestillo de cocer al vapor. Podemos ponerle un trozo de papel de horno también debajo para que no se peguen. Yo los voy colocando en el cestillo, pues al ser grande entran todos y levan ahí tapados y evito manipularlos después.

Dejamos que levar unas dos horas y los cocemos. Ponemos agua en la base, programamos cocción al vapor 15 minutos. Pasado el tiempo, destapo la vaporera y los dejo un par de minutos más y los quitamos.

Los dejamos enfriar en una rejilla y listos para unos bocatas o el relleno que más os guste.

Una vez fríos los podemos congelar y luego la miga está menos correosa y con una textura más del pan al que estamos acostumbrados. Además, así los tendremos listos para un bocata en 10 minutos, que es lo que tardan en descongelar. O en dos si los metemos en la tostadora.

Me gusta ponerle muy poca levadura y dejarlos más tiempo de levado, pues si no, el sabor a la levadura es demasiado predominante.

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