Mi hijo pequeño llevaba tiempo pidiéndome pan blanco para sus tostadas del desayuno y los bocatas, y que mejor opción que un pan hokkaido, con una miga y un sabor delicioso.
Aunque la receta original de este pan lleva leche, yo por exceso de suero de leche, decidí probar a usarlo, y nos ha gustado mucho el resultado. Os cuento la receta tal cual la hice, pero para hacer la original, sustituir el suero por leche.
Ingredientes
Para el Thang Zong
- 200 g de suero de leche
- 50 g de harina de espelta
Para la masa final
- todo el Thang Zong
- 60 g de masa madre de harina de espelta
- 700 g de harina panadera
- 200 g panadera recia
- 15 g de germen de trigo
- 50 g de nata
- 25 g de leche en polvo
- 50 g de mantequilla
- 25 g de miel
- 1 huevo
- 15 g de sal
- 1 g de levadura seca de panadería
El paso a paso.
Preparamos el TZ y refrescamos la masa madre. En caso de no utilizar masa madre podemos preparar un fermento con 30 g de agua y 30 g de harina y 2 g de levadura seca. Dejamos enfriar el Roux y cuando la masa madre (o el fermento) está listo amasamos nuestro pan.
Ponemos todos los ingredientes en la cubeta de la amasadora menos la sal y la mantequilla y mezclamos. Dejamos reposar unos 20 minutos a modo de autolísis y a continuación añadimos la sal y amasamos durante 5 minutos. Dejamos que la masa repose otros 5 o 10 minutos y añadimos la mantequilla y amasamos hasta que la mantequilla este integrada en la masa y esta esté lisa y elástica.
Dejamos levar unas tres horas en un bol engrasado y tapada ( fue lo que tardó en mi cocina a 25ºC), y cuando ha doblado el volumen, formamos el pan. Para ellos dividimos la masa en tres partes iguales, las trabajamos independientemente haciendo una bola con cada una, asegurándonos de generar tensión, y dejamos que reposen, tapadas durante 20 minutos. Y luego formamos el pan para lo que estiramos un poco cada bola de masa y la vamos enrollando sobre si misma formando un cilindro. Una vez las tenemos listas, las vamos colocando en el molde, previamente engrasado y lo dejamos levar tapado un par de horas.
Pasadas las tres horas habrá doblado su volumen y la horneamos. Tendremos el horno previamente calentado durante una hora a 250ºC. Metemos el molde en el horno y bajamos la temperatura a 230ºC y lo horneamos durante 40 minutos. Cuando está listo lo sacamos, lo desmoldamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla. Los tiempos son orientativos y siempre pueden variar, en función del molde que utilizamos o el horno, así que mi consejo es que lo pinchéis antes de sacarlo.
El resultado como veis, es un pan tierno y con un ligero sabor dulzón, que a los niños les encanta.
Con estas cantidades sale un buen pan que yo como siempre rebano y congelo, para tener siempre listo para ir a la tostadora.