¿Tenéis cafeteros en casa? Pues esta receta les va a encantar. En nuestra mesa de navidad hay tres cafeteros auténticos y pensando en ellos se me ocurrió hacer los polvorones de café. Veréis que la base de la receta es la misma que los clásicos con cambios de los ingredientes
Os cuento como los hice con mi planificación de horas. Lo he repartido en varios días y así es de forma más llevadera y los hago sin apenas darme cuenta. Como siempre, los tiempos los adaptáis a vuestros horarios.
Ingredientes
- 500 g de harina de uso común
- 250 g de manteca de cerdo a temperatura ambiente.
- 250 g de azúcar glasé
- 250 g de harina de almendra
- 100 g de avellanas enteras
- 15 g de sal en escamas
- 1 cucharada(7 ml) de esencia de café
- granos de café
- azúcar glasé para decorar
Elaboración
Primero tostamos la harina
La noche antes ponemos la harina blanca junto con la harina de almendra y las avellanas en una bandeja de horno y tostamos a 120º durante una hora u hora y media. Tenemos cuidado de ir removiendo de vez en cuando para que no se queme. La harina cogerá un ligero color dorado y cuando esté tostada apagamos el horno, y dejamos que enfríe durante toda la noche. Recomiendo romper un poco las avellanas pero no mucho para encontrar trozos al morder. Yo aprovecho para hacer el tostado de harina cuando tengo que encender el horno para otras cosas. Cuando la harina esté fría le echamos las escamas de sal removemos para que se mezcle bien.
Al día siguiente hacemos la masa
O a veces dos días después, que a veces nos pilla el toro. No pasa nada, la harina puede esperar.
- Mezclamos el azúcar glasé con la manteca de cerdo hasta que esté bien integrado.
- Añadimos la esencia de café y mezclamos.
- Finalmente, añadimos la mezcla de harinas tostadas y amasamos hasta conseguir una pasta totalmente integrada y pegajosa.
Nos quedará una masa muy blandita y no se podrán hacer los polvorones al momento. Lo ponemos en una bolsa de plástico y la guardamos en la nevera un mínimo de dos horas. Yo suelo dejarla hasta el día siguiente o incluso más días si no tengo tiempo para hornearlos. Aguanta perfectamente varios días en la nevera.
Y hacemos los polvorones
Extendemos la masa con un rodillo, con un grosor entre 1 y 1,5 cm, al gusto. Con un cortador o un vaso hacemos los polvorones, los colocamos con cuidado en una bandeja de horno antiadherente o si no tenéis en una bandeja del horno forrada con papel. Los horneamos a 200 °C unos 15- 20 minutos.
Quedan blanditos y difíciles de manejar. Yo los dejo que se enfríen en la bandeja, pero si no tenéis suficientes bandejas, con cuidado los colocamos encima de una rejilla para que se enfríen. Una vez fríos los espolvoreamos con azúcar glasé, le ponemos un grano de café para adornarlos y los guardamos en una caja hermética.
Para mí el secreto y gran éxito de los polvorones está en el adecuado tostado de la harina, el punto de sal y morder un trozo de fruto seco. Claro que esto es cuestión de gustos.
Os recomiendo de verdad que los hagáis pues son sorprendentes. Y aquí podéis dejar volar la imaginación y añadir alguna especie como canela, nuez moscada, pimienta o cardamomo que maridan estupendamente con el café. Los podéis hacer con antelación e incluso os lo recomiendo para a asentar e intensificar el sabor.