Sobre mí

«Si los demás pueden hacerlo, yo también puedo».

Siempre me ha acompañado y ayudado en los momentos difíciles de mi vida. No, no os habéis equivocado, es un blog de cocina, con recetas tradicionales gallegas que hacía de niña con mi abuela, quien me cuidaba mientras mamá iba a trabajar y recetas para el día a día

Con mis recetas quiero transmitir la esencia de nuestra tierra, nuestra Galicia. Recopilar y  recuperar muchas recetas casi olvidadas y que se han dejado de hacer o han evolucionado a algo totalmente diferente a lo original.

¿Qué hay detrás de cada una de mis recetas gallegas más antiguas y tradicionales? 

No solo hay una foto o un texto para vender una receta y buscar likes. Hay un sentir, una pasión y un deseo de conservar y dar a conocer un poco más de las costumbres y tradiciones que rodean los platós más antiguos y tradicionales de Galicia. Unas ganas de despertar recuerdos, algunos ya olvidados y otros muchos que no hemos llegado a vivir, y muchos otros muy recientes. 

¿Por qué creo que  puedo hacerlo? Porque no me lo han contado sino que muchas de las veces lo he vivido y otras muchas tengo información de primera mano y algunas más sigo aquí viviéndolo en el día a día.

¿Qué hay detrás de cada foto?  Una búsqueda de transmitir y  que un plato de porcelana o una taza de barro, o un cucharón de hierro nos traslade a nuestra Galicia más antigua y profunda. Los detalles importan y los que conocemos la gastronomía gallega auténtica lo sabemos. 

Pero, antes de nada quien soy, ¿cuál ha sido mi relación, no siempre buena, con la comida y por qué este blog?

Me presento:

Soy Mónica, mamá trabajadora, que no paro ni me aburro, no tendría tiempo; mi marido me dice que es imposible que tenga tiempo libre, pues en cuanto apareciera un hueco lo ocuparía en algo.

Crecí en una aldea de Galicia y mis primeros pinitos y recuerdos en la cocina siempre han sido al lado de mi abuela (amasando el pan, haciendo una tortilla de masa en la «lareira»-chimenea típica gallega- que casi no podía levantar la sartén de hierro, haciendo filloas, orejas de carnaval, etc.). Apuntaba maneras, pero las posibilidades no eran las mismas que tenemos hoy. Ni en utensilios ni en ingredientes, y eso sin tener en cuenta internet y su cantidad de recetas.

Ahí aprendí, conocí y viví la cocina gallega tradicional, con ingredientes de calidad, de temporada y de cosecha propia. Entonces sí teníamos cultivo ecológico y comida real, nada que ver con lo de hoy en día. Supongo que por eso busco y aprecio tanto los sabores y recetas originales, los auténticos de antaño y sobre todo lo natural, sano y sencillo.

En mi adolescencia tuve problemas de desórdenes alimenticios. Puedo decir que estoy curada, sin embargo, no bajar la guardia, ya que siempre seré un factor de riesgo. De esa etapa de mi vida conservo la planificación y organización de los menús, pues parte de la terapia era escribir y anotar lo que comía.

Hoy me resulta fundamental, para organizarme y ayudar a que el día a día sea más llevadero y planificado. Además, con dos niños, no se puede improvisar. Aunque a veces  lo hacemos, ¡improvisamos y no pasa nada!

Ahora que ya me conocéis un poco más, después de todo este rollo, os digo:

«Si yo puedo hacer todas las recetas que publico en mi blog, vosotros también».

¿Os animáis?