Descubre cómo hacer una deliciosa hogaza gallega con semillas, con una corteza crujiente y un interior esponjoso. Este pan, lleno de sabor y textura, combina la autenticidad del pan gallego con la nutrición de las semillas, perfecto para acompañar cualquier comida.
Ingredientes de la hogaza gallega con semillas
Para las semillas:
- 150 g de semillas(lino, pipas de girasol, semillas de amapola, sésamo, pipas de calabaza y mijo)
- 130 g de agua hirviendo
Para la masa de pan:
- 700 g de harina de fuerza
- 200 g de harina gallega
- 100 g de harina de fuerza integral
- 200 g de masa madre de trigo (100%)
- 700-750 g de agua
- 21 g de sal
- 280 g de soack de semillas tostadas
Elaboración de la hogaza de pan gallego con semillas:
1. Preparación de las semillas:
Comenzamos tostando las semillas. Colócalas en una sartén a fuego medio durante 15 minutos, removiendo de vez en cuando hasta que estén ligeramente doradas. Luego, añade 130 g de agua hirviendo sobre las semillas, cúbrelas y déjalas reposar. Esto permitirá que las semillas absorban el agua, añadiendo humedad y sabor a la masa.
2. Preparación de la masa madre:
Si ya tienes masa madre, aliméntala y déjala reposar hasta que esté activa y lista para usar. Si no dispones de masa madre, puedes hacer un fermento mezclando 10 g de levadura fresca con 50 g de harina y 50 g de agua. Déjalo reposar hasta que doble su tamaño, aproximadamente 1-2 horas.
3. Mezclado de la masa:
En un bol grande, mezcla las harinas (700 g de harina de fuerza, 200 g de harina gallega, y 100 g de harina de fuerza integral) con 700 g de agua y la masa madre. Mezcla hasta integrar, cubre el bol con un paño y deja reposar durante 20 minutos. Este proceso de autólisis ayuda a desarrollar el gluten y facilita el amasado posterior.
4. Añadir sal y amasado:
Pasado el tiempo de reposo, añade 21 g de sal disuelta en un poco de agua reservada. Amasa bien la masa hasta que se vuelva elástica y suave. Si la masa se siente pegajosa, puedes espolvorear un poco de harina, pero no demasiada, para evitar que quede seca.
5. Incorporación de las semillas:
Estira la masa sobre la encimera y distribuye las semillas tostadas y escaldadas por toda la superficie. Luego, pliega la masa varias veces para integrar bien las semillas. Deja reposar la masa en un bol y, durante 1 hora, realiza plegados cada 15 minutos. Esto ayudará a desarrollar la estructura del pan.
6. Reposo en frío:
Después de los plegados, deja reposar la masa otros 30 minutos a temperatura ambiente. Luego, cubre el bol con film y guárdalo en la nevera toda la noche. Este reposo prolongado mejora el sabor y la textura del pan.
Formado y horneado del pan
7. Formar el pan:
Saca la masa de la nevera una hora antes de darle forma para que se atempere. Luego, forma una hogaza redonda o alargada, según prefieras, y colócala en cestos de fermentación o en un bol cubierto con un paño. Deja levar durante 1-2 horas a temperatura ambiente.
8. Precalentar el horno:
A la hora y media de fermentación, enciende el horno a 240°C. Coloca una bandeja en la base del horno para generar vapor y ayuda a conseguir una corteza crujiente.
9. Greñado y horneado:
Cuando el horno esté caliente, vuelca el pan sobre una bandeja con papel de horno, greña (haz cortes superficiales) la masa con una cuchilla o cuchillo afilado, y pulveriza agua sobre la superficie del pan para favorecer el desarrollo de la corteza.
- Coloca la hogaza en la solera del horno (la parte más baja) y hornea con calor solo abajo durante 15-20 minutos.
- Luego, sube la hogaza a la rejilla central y ajusta el horno a 230°C con calor arriba y abajo. Hornea durante 20-30 minutos más, o hasta que el pan esté dorado y suene hueco al golpearlo por debajo.
- Si es necesario, reduce la temperatura a 220°C y hornea otros 10 minutos para asegurar que el pan esté bien cocido por dentro.
10. Dejar enfriar:
Retira la hogaza del horno y colócala en una rejilla para que se enfríe por completo antes de cortarla. Este paso es crucial para que la miga termine de asentarse y no se desmorone.
Consejos para una hogaza perfecta:
- Usa harinas de calidad: Opta por harinas gallegas o de fuerza para obtener un mejor desarrollo del gluten, lo que le dará una estructura más esponjosa a tu hogaza.
- Autólisis y reposo en frío: Estos dos procesos mejoran la textura y el sabor del pan, haciendo que la miga sea más suave y el pan más sabroso.
- Vigila la temperatura: Hornear el pan a temperaturas altas es clave para lograr una corteza dorada y crujiente, pero asegúrate de bajar la temperatura al final para evitar que se queme.
Por qué hacer una hogaza gallega con semillas en casa
Hacer pan casero no solo es gratificante, sino que te permite controlar los ingredientes y disfrutar de una hogaza fresca y saludable. Las semillas añaden un toque de sabor, textura y nutrientes, convirtiendo esta hogaza en una opción ideal para cualquier comida. Con esta receta, tendrás una hogaza gallega crujiente por fuera y suave por dentro, perfecta para acompañar sopas, ensaladas o simplemente disfrutarla sola con un poco de aceite de oliva.