Los panes de molde son fáciles de hacer y siempre es bueno tener un buen surtido de rebanadas de pan de molde en el congelador. Tanto si hay niños en casa como si no, te salvarán los desayunos, alguna comida rápida y las cenas cuando estás con pocas ganas de cocinar.Además, sabes en todo momento el tipo de harinas que lleva y sin ingredientes extraños como los panes de molde comerciales.
En este pan hemos usado una masa fermentada o masa vieja, que le aportará sabor y la textura dorada y crujiente de la corteza que tanto os gusta. Yo le he puesto masa madre, pero puedes omitirla y usar 3 g de levadura fresca en su lugar.
A continuación te cuento cómo hacer este pan de molde tan fácil y rico, para que llenes tu congelador y tengas siempre a mano.
Ingredientes para hacer el pan de molde perfecto
Para el maíz escaldado:
- 125 g de harina de maíz
- 150 g de agua hirviendo
Para la masa fermentada:
- 100 g de harina panadera
- 60 g de agua
- 2 g de levadura fresca de panadería
- 3 g de sal
Para el pan:
- 270 de maíz escaldado
- 150 g de masa madre de trigo (o 3 g de levadura fresca)
- 150 g de masa fermentada
- 300 g de harina gallega o harina panadera
- 200 g de harina de fuerza
- 260-300 ml de agua
- 10 g de sal
- Salvado de trigo para el formado y espolvorear al final.
- Mantequilla para el molde
Cómo hacer el pan de molde perfecto
Comenzamos a elaborar el pan el día anterior, escaldando la harina de maíz, refrescando la masa madre en caso de usarla y preparando la masa fermentada. Para hacer la masa fermentada, simplemente tenéis que mezclar y amasar los ingredientes, ponerlo en un recipiente y guardarla en la nevera hasta el día siguiente.
A la hora de hacer el pan, en un bol echáis los ingredientes y amasáis hasta tener una masa lisa y homogénea. Quizás tendréis que ajustar la cantidad de agua, así que os recomiendo ir añadiendo esta poco a poco.
Una vez la masa esté lista, la dejáis tapada en un bol y le hacéis unos plegados cada 10 minutos durante media hora. La tapáis y la dejáis levar. Cuando esté levada, formáis el pan, lo metéis en un molde, espolvoreáis salvado de trigo por fuera y dejáis que suba de nuevo, sobre 1,5 horas o 2, dependiendo de la temperatura.
Encendéis el horno a 230 °C y cuando el horno esté caliente y el pan fermentado dentro del molde lo cocéis durante unos 40 minutos. Yo he usado un molde cerámico, pero usad cualquier otro y ajustad los tiempos de horneado si fuera necesario.
Una vez cocido, lo retiráis para una rejilla y lo dejáis enfriar antes de cortarlo. El sabor es realmente sorprendente.