Si eres amante de los postres clásicos y fáciles de preparar, esta receta de tarta de nata y nueces es perfecta para ti. Con tan solo unos pocos ingredientes y unos sencillos pasos, podrás crear un postre delicioso y elegante que impresionará a todos. La receta es realmente facilísima, y es el postre perfecto para cualquier ocasión, la combinación de la suavidad de la nata con el crujiente de las nueces te llevará al cielo con cada mordisco y su textura es como una nube. Ya sea para celebrar un cumpleaños o simplemente para darte un capricho, este bizcocho no te decepcionará. ¿A qué esperas para probarlo?
Ingredientes:
- 200 g de harina floja de repostería
- 250 ml de nata líquida ( 35 % M.G)
- 200 g de azúcar
- 6 claras de huevo
- 1 pizca de sal
- 50 g de nueces troceadas
Para decorar:
- azúcar glasé con canela
Elaboración paso a paso
- Precalienta el horno a 180°C y engrasa un molde de 30 cm. Prepara todos los ingredientes, pesando y midiendo según la receta. Separa las claras de las yemas (solo usaremos las claras en esta receta).
- Monta las claras: Bate las claras de huevo junto con una pizca de sal a punto de nieve, hasta que estén firmes y esponjosas. Resérvalas.
- Mezcla la nata y el azúcar: En otro bol, bate la nata líquida con el azúcar hasta que la mezcla esté cremosa y bien integrada.
- Añade la harina y las nueces: Tamiza la harina de repostería sobre la mezcla de nata y azúcar, e incorpora con movimientos envolventes. Añade las nueces troceadas finamente.
- Incorpora las claras: Con cuidado, añade las claras montadas a punto de nieve a la mezcla anterior. Hazlo poco a poco, con movimientos suaves y envolventes para no perder el aire y conseguir un bizcocho esponjoso.
- Horneado: Vierte la mezcla en el molde previamente engrasado, y si lo deseas, decora con unas nueces troceadas por encima. Hornea a 180°C durante 30 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo, este salga limpio.
- Enfriado y decoración: Retira el bizcocho del horno y déjalo enfriar sobre una rejilla. Una vez frío, espolvorea con azúcar glasé y un toque de canela por encima.
¡Y listo! Ya tienes una tarta de nata y nueces esponjosa y llena de sabor, perfecta para cualquier ocasión. Sírvela acompañada de un buen café o té, y disfruta de esta delicia casera.