Llevaba tiempo queriendo compartir una receta de tarta de queso, pero no quería que fuera simplemente «otra tarta de queso más». Y así nació esta: una tarta de requesón gallego con una deliciosa confitura de membrillo casera. Un postre diferente, con ese toque gallego que la hace especial.
Os animo a probarla, porque realmente vale la pena. Para la base, utilicé unas galletas caseras de chocolate que tenía por casa (ya sabéis, esas que siempre sobran y acaban en una lata), aunque también os dejo la versión con masa quebrada o pasta brisa, para que podáis elegir la que más os guste.
Aquí os cuento cómo la preparé. Espero que os animéis a hacerla y que os guste tanto como nos ha gustado a nosotros.
Ingredientes para hacer la tarta de requeixo gallego con membrillo
Ingredientes para la base de galleta:
- 100 g de galletas caseras de chocolate
- 30 g de manteca o mantequilla
Ingredientes para la tarta de queso
- 600 g de requeixo o requesón
- 100 g azúcar
- 2 huevos
- 25 g de zumo de limón
- 1 vainilla en vaina
- Sal
- dulce de membrillo para decorar
Como hacer la tarta de requeixo(requesón gallego) con membrillo
Comenzamos preparando la masa quebrada o pasta brisa dulce si optamos por esta opción. Ponemos todos los ingredientes en un robot de cocina, evitando manipularla demasiado con las manos para que no se caliente la mantequilla. La trabajamos hasta que todos los ingredientes se integren bien. Luego, colocamos la masa entre dos hojas de papel de horno y la estiramos con un rodillo hasta alcanzar el tamaño del molde, que en nuestro caso es de 24 cm de diámetro. Guardamos la masa ya estirada en el frigorífico, sobre una bandeja, durante media hora.
Mientras tanto, precalentamos el horno a 170 °C y forramos un molde de 26 cm con papel de horno ligeramente mojado.
Si preferimos la base de galletas, trituramos las galletas en un robot de cocina (yo he usado el blender de Magimix). Añadimos la manteca fundida y mezclamos bien hasta formar una pasta con la que forramos el molde, previamente forrado con el papel de horno mojado.
Para el relleno, batimos los 600 g de requesón con 150 g de azúcar hasta obtener una mezcla suave. Añadimos los huevos uno a uno, asegurándonos de que cada uno se integre bien antes de añadir el siguiente. Luego incorporamos el zumo de limón, la vaina de vainilla y una pizca de sal. Cuando la mezcla esté homogénea y cremosa, la vertemos en el molde ya preparado.
Colocamos el molde dentro de una bandeja con fondo, añadimos agua muy caliente a la bandeja para crear un baño maría y lo metemos todo en el horno ya caliente.
Horneamos la tarta a 170ºC durante 1 hora. Una vez finalizada la cocción, dejamos la tarta toda la noche en el horno apagado sin abrirlo, para que termine de asentarse.
A la mañana siguiente, la sacamos del horno y la cubrimos con el dulce de membrillo. Dejamos enfriar en la nevera durante unas 4 horas antes de disfrutarla. ¡Y lista para probar y no parar de comer!