Estos días tenemos un montón de tomates cherri, tan dulces y sabrosos que nos los comemos directos del bol, enteros y como otra fruta. Pero también es el momento de hacer recetas con ellos y esta galette es una tarta salada original y deliciosa.
El sabor del romero y el contraste del queso y las nueces es todo un espectáculo para el paladar. Os animo a que la hagáis, pues de verdad que es una delicia. Es muy fácil y un aperitivo original y diferente. La receta está inspirada en la «Galette de tomate y lebany»de Sarah Owens. Adoro sus recetas y poco a poco las voy probando todas, con mis modificaciones, pero son una fuente de inspiración maravillosa.
Ingredientes.
Para la masa:
- 50 g de nueces peladas
- 5o g de harina panadera integral
- 50 g de harina panadera gallega
- 25 g de centeno
- 25 g e avena
- 50 g de masa de hojaldre o masa vieja (opcional)
- 70 g de mantequilla
- 30 g de agua con gas muy fría (con un chorro de vodka de manera opcional)
- una pizca de sal
- 1 cucharada de romero fresco
Para el relleno:
- Un rulo de queso de cabra
- Tomates cherri laminados finos
- Un huevo batido
Decoración final:
- Almendras o nueces laminadas
- Romero y orégano fresco
- Escamas de sal
El paso a paso.
Como siempre empezamos pesando y midiendo todos los ingredientes y hacemos la masa. Para ellos ponemos las harinas con el romero y las nueces en un procesador y trituramos todo. Yo he utilizado la CookExpert de Magimix, que es muy potente y queda perfecta. Ponemos la mezcla en un bol añadimos el resto de ingredientes y mezclamos hasta integrar y tener una masa homogénea. No la manipularemos mucho, y cuando la masa está lista la estiramos en una circunferencia de unos 35 cm de diámetro. La ponemos en un molde forrado con papel de horno y la guardamos así en la nevera una hora, o incluso hasta el día siguiente. Mientras la masa reposa, preparamos el resto de ingredientes. Lavamos los tomates y los laminamos, batimos el huevo y desmenuzamos el queso. Yo he usado queso de cabra que era lo que tenía en ese momento, pero podéis hacerlo con cualquier otro queso que os guste.
Encendemos el horno para que ser vaya calentando mientras acabamos de preparar la galette. Sacamos la masa de la nevera y la pasamos a un molde más pequeño, de unos 27-30 cm de diámetro, para poder doblar los bordes de la masa y que nos quede cerrada por los lados. Yo he usado un molde de tarta tatín de hierro de Le-creuset, que además me asegura una cocción ideal. Colocamos el queso desmenuzado y encima distribuimos los tomates y doblamos la masa. Finalmente añadimos el huevo batido, pincelando también los bordes de masa. Y espolvoreamos con las hierbas y las escamas de sal. Lo horneamos 30 minutos o hasta que veamos qué está dorada la masa. Los tiempos de horno son relativos y van a variar dependiendo del tipo de horno que tengáis.
Cuando está lista la retiramos y la dejamos enfriar un poco en rejilla y la degustamos templada.
Es un aperitivo ideal y ahora con los ricos y dulces que están los cherris es el momento ideal para hacerla.
Si no os gusta el romero, aromatizar la masa con cualquier otra hierva que tengáis, pero os aseguro que le da un sabor a la masa espectacular.