Seguimos haciendo conservas, que estamos en la época para encontrar los mejores productos al mejor precio, y si ya tememos huerta ni te cuento el lujo de hacerlas con nuestra cosecha. Hoy vamos a confitar pimientos morrones, una receta muy sencilla, riquísima y como todas las conservas muy recurridas.
Son ideales para poner con quesos, en las tortas, para los canapés del aperitivo, en las hamburguesas o para acompañar una carne. Para mí ya son un básico de la despensa de las conservas ¡¡¡A ver que os parece.!
Ingredientes para hacer pimientos confitados con cítricos
- 400 g de pimientos rojos
- 200 g de azúcar
- 75 ml de vinagre
- ralladura de limón y naranja (por la parte gorda del rallador para que se note)
- 3 granos de clavo
- raíz de jengibre rallada
Como hacer pimientos confitados con cítricos
Lavamos y cortamos los pimientos en tiras y los ponemos en una olla con el resto de los ingredientes. Cuando empiezan a hervir ponemos fuego suave y los dejamos cocer una media hora. Los apagamos y ahí los dejamos reposar hasta el día siguiente.
Cuando tengamos un ratito los volvemos a hervir una media hora. Aquí es importante que estén a fuego suave para que no se peguen. Apagamos y dejamos reposar de nuevo hasta el día siguiente, que los hervimos por tercera vez. Vemos que ya se han espesado y el líquido se va transformando en caramelo. Esto es totalmente normal. Aquí tenéis que controlarlos y ver si los queréis más concentrados o menos, Cuanto más dejemos hervir, más se van espesando y más se concentran.
Cuando estén a nuestro gusto los metemos en los botes que tendremos previamente esterilizados. No los llenéis hasta el borde, procurad dejar al menos un par de centímetros vacíos. Limpiar bien los botes antes de cerrarlos y ya listos para esterilización. Os dejo enlace donde podéis ver como hacerlo Mejillones en Escabeche.
No obstante, hay que tener en cuenta que son conservas caseras y no conviene guardarlas mucho más de un año y ante cualquier duda siempre es mejor tirarlas.
Etiquetamos los botes y los guardamos en un lugar oscuro y fresco para que se conserven mejor.
Os recomiendo no usar botes muy grandes, pues salvo ocasiones concretas no se utilizan grandes cantidades de estos pimientos, y aunque una vez abiertos se aguantan en la nevera un tiempo, siempre están más buenos recién abiertos.