Una receta de un brownie que siempre queda perfecto y gusta allá donde vaya. Es una receta fácil, que sale siempre y lo mejor que gusta a todos los paladares. La clave del brownie nos es otra que la calidad del chocolate a utilizar, y creedme que eso es fundamental. Escoge un buen chocolate, un buen cacao y con esta sencilla receta tienes el postre perfecto. Encima lo podrás hacer el día antes y estará perfecto.
Y si quieres subir el nivel del postre a 10, acompáñalo con una crema inglesa caliente, un helado de vainilla o caramelo salado. ¿Se te ocurre algo mejor?
Ingredientes:
- 125 g de chocolate amargo para fundir
- 225 g de mantequilla
- 4 huevos enteros
- 100 g de azúcar moreno
- 100 g de azúcar blanco
- 50 g de harina repostera
- 50 g de cacao en polvo
- 100 g de nueces trituradas
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de vainilla
- 1 pizca de levadura (opcional)
Elaboración paso a paso
Fundimos el chocolate con la mantequilla en un cazo. Mezclamos los azúcares con los huevos y batimos hasta que doblen su tamaño y le añadimos esencia de vainilla. Le incorporamos el chocolate fundido con la mantequilla y mezclamos todo. Finalmente, añadimos tamizados el cacao con la harina y la sal. Lo mezclamos con una espátula, le agregamos las nueces y lo echamos en un molde cuadrado. Espolvoreamos un poco de azúcar y canela por encima y lo horneamos 30 minutos a 180 °C. Pasado el tiempo de horno, verificamos que esté pinchándolo con un palillo. Es bueno que nos quede algo húmedo, pero no líquido. Lo retiramos y lo dejamos enfriar en rejilla.
Una vez frío, lo cortamos en porciones, decoramos con nueces y espolvoreamos con azúcar glacé. Lo tomamos solo, con helado, con crema inglesa o con caramelo salado por encima. E incluso así solo es una delicia.
Nota:Es importante no pasarnos con el horno, pues se nos secaría, así que controlar los tiempos, que ya sabemos varían en función de cada tipo de horno.